domingo, 22 de agosto de 2010

El psicólogo, estudios sociales y clínicos


Para hablar de estudios sociales y clínicos desde el rol de un psicólogo, se debe tener en cuenta que, durante mucho tiempo, diferentes universidades siguieron el criterio de las tres grandes áreas: clínica, educativa y organizacional.  No obstante lo social no se percibía como área.
El presente ensayo pretende dar a conocer, desde la teoría, que los estudios sociales hacen parte de un área y que se han configurado como uno de los ámbitos de intervención más importantes de la psicología en complemento con la psicología clínica.
Para empezar es necesario comprender que los estudios sociales, en relación con lo clínico, han venido evolucionando constantemente. Estos surgen como respuesta a la necesidad de analizar y actuar sobre los problemas de las interacciones personales en sus diversos contextos sociales.   De esa manera su continua acción, reflexión e investigación tiene como principal marco de referencia la psicología social.  
Por otra parte los estudios sociales afrontan diferentes problemas que se relacionan con los múltiples niveles de la vida del hombre y con los procesos complejos que encierra la relación entre el individuo y su contexto social, especialmente con los procesos que tienen que ver con la forma en que las necesidades individuales y colectivas son satisfechas en ese medio social.
Lejos de definir los problemas desde un análisis individual,  los estudios sociales  han ido desarrollando procedimientos e instrumentos para tratar de evaluar e intervenir sobre procesos sociales complejos y dinámicos que aborden no sólo el componente individual  y/o grupal sino también las estructuras sociales, políticas,  económicas y demás que lo envuelven y le dan sentido, es decir, hacer un complemento entre lo clínico y social.  Es así como este nuevo ámbito busca mejorar la calidad de vida y el bienestar de los individuos  a través de enfoques que buscan el desarrollo de personas, grupos y comunidades, reflejado en las habilidades y competencias para analizar su realidad social y buscar las soluciones más adecuadas para  reducir o prevenir situaciones de riesgo social y personal.
Respecto a lo anterior, los procedimientos técnicos y los instrumentos de los estudios sociales y clínicos se pueden relacionar en diferentes técnicas de intervención como la intervención y terapia familiar, puesto que el grupo familiar se convierte en el escenario frecuente del trabajo del psicólogo.  En este caso existen múltiples conexiones con los modelos de intervención familiar que desde la psicología clínica se han planteado en relación con el campo de interacción social.
A partir de las evaluaciones del grupo familiar, los profesionales han encontrado en la actualidad notables avances que sugieren elaborar juicios de capacidad o competencia de la familia para cumplir con sus obligaciones.  Es de esta forma como se puede concluir este texto, entendiendo que los estudios sociales toman hoy un papel fundamental para los diferentes procesos de intervención dentro de un contexto social.

Lina Fernanda Arciniegas 


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